OPTIMISMO ES LO QUE NECESITAMOS

Desde el latín tenemos la palabra “optimum”, Leibniz en Ensayos de Teodicea sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal, suscitó el uso posterior de esta palabra, en boca de sus críticos para referirse a su pensamiento expuesto en su citada obra.
La tesis de Lebniz se centra en que el mundo en el que estamos es el mejor de los mundos posibles.
Lo peor que nos pase surge para que no ocurra algo todavía más intenso en negatividad.
Una actitud optimista es esperanzadora, significa que no todo terminará mal, ni puede ser tan malo que no aparezca una puerta feliz por donde encontrarle solución. Hay por lo menos dos puertas, una directa, que está relacionada con resolver las situaciones y salir adelante con mayor fuerza. La otra es la de encontrarle un sentido, el que le encuentra sentido aún a la tragedia, sale adelante hacia nuevos peldaños del vivir.
Los cristianos al afirmar que para los que aman a Dios todas las cosas le ayudarán a bien, le damos sentido a todo en Dios y de esa manera encontramos la paz necesaria para esperar nuevos movimientos como los del ángel cíclico en Betesda que movía las aguas de la salud para los sufrientes  o la ayuda directa de Dios. disponible en todo momento,  como la aportada por Jesús a ese hombre de la historia que llevaba varias décadas en desgracia y enfermedad.
Así como surgió este término optimismo de la matriz de la burla, hoy también para muchos hablar de esto, de optimismo es como un chiste frente al enorme caos en que estamos metidos, sin salida, ni futuro para la humanidad.
Pero, siendo sincero, solamente los que ponen en práctica el optimismo han podido tener fuerzas para superarse.
Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad dijo Winston Churchill (1874-1965). Y esto tiene su verdad- es mucho mejor ser optimista- ya que la vida encierra de manera milagrosa oportunidades ocultas en el corazón de todo lo creado, posiblemente en algo tenía razón Samuel Smiles (1812-1904) escritor y reformista escocés, al afirmar que “La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante; de nosotros depende elegir el que más nos plazca”. Hasta cierto punto. Entonces aprovechemos ese "cierto punto" como una oportunidad-palanca para moverlo a nuestro favor con optimismo.