lunes, 9 de julio de 2012

EL EFECTO MICKEY MOUSE



Obviamente Mickey Mouse no existe para nosotros los adultos pero para los niños ese personaje del parque de diversiones es tan real, que ignoran , como por arte de magia, al hombre o mujer que están dentro de ese disfraz soportando el cansancio, la sudoración, los calores o fríos del ambiente, las presiones  de los padres que desean una fotografía con el personaje, todo esto lo hace el ser que está adentro del personaje,  por necesidad, por su trabajo, por su supervivencia.

El efecto Mickey Mouse es el que nos producen las personas por medio de su personaje.


En la medida que avanzamos y maduramos en la vida aprendemos a descubrir y a tratar con la persona, no con el personaje que nos intimida o nos entusiasma.

En el libro de Santiago leemos que el profeta Elías era un hombre con pasiones como cualquiera de nosotros. Detrás del maravilloso profeta, un hombre a veces deprimido a causa de una amenaza de una perversa mujer, Jezabel.

El rol de esposo, de padre, de pastor, enfermera, maestra o soldado es importante desde el punto de vista de la construcción social de la vida y el desarrollo de las interacciones, pero ver algo más allá, significa establecer lo humano y común que nos une a todos hombres y mujeres de la tierra.

Primero está la persona por encima del personaje o rol.

El buen samaritano no vio en el judío herido del camino a un enemigo racial, sino simplemente a un hombre que lo movía a tener compasión, misericordia.

Captar  primero a la persona y no al personaje nos da una visión más humana de la gente y nos protege del poder ideológico o amenazante del personaje.

1 comentario:

  1. Con esta perspectiva me hubiera ahorrado muchas decepciones. Pero en buen momento llega tu articulo.

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