NOMOFOBIA

Nomophofia, del inglés: nomo, abreviatura de no mobile, sin móvil, en español y  del griego  fobia, miedo irracional  , miedo a estar sin su celular a mano.
Hasta en el baño necesita el nomofóbico  este compañero que lo comunica con sus contactos.
Conductas observadas de gran dependencia, devolverse a buscar su teléfono celular una vez lejos de la casa, desesperación e irritabilidad en establecimientos cuyo uso está prohibido o restringido, y otras manifestaciones enfermizas de las personas dependientes de su móvil,  han hecho que los científicos de la conducta humana hayan acuñado desde Inglaterra un nuevo concepto , nomofobia o nomophofia para referirse a ese nuevo trastorno que implica el no poder vivir sin el bendito teléfono celular.
Según algunos estudios, afecta al 48% de mujeres y al 53% de los hombres de un  sustancial universo seleccionado en la investigación.

¿Cuál es el aspecto más preocupante de esta situación además de la ansiedad personal y la dependencia que esto genera?
Lo que revela dicha ansiedad es que el aparato viene a llenar un hueco o vacío interior en los individuos con esa tendencia o problema que según otros estudios realizados en Inglaterra representa más del 66% de la población general.

Algo está desequilibrado en este mundo moderno. El corazón por un lado y la tecnología por otro.
Un ser humano, por ej. comunicado todo el día con su cónyuge  vía móvil e incomunicado en el seno de la intimidad del hogar.
Una realidad que podría sintetizarse en “temor a no estar comunicado por ausencia del aparato y  temor a comunicarse cuando se está cara a cara con la persona”. Parece que el aparato nos pone en contacto con el personaje y la realidad con la persona, el primero nos alivia y la persona en vivo nos hace sentir más agudamente  el vacío del cual queremos huir.
Estar sin el aparato implica entonces  estar con el vacío, el mismo que se acentúa cuando se está a solas  con la persona.
Algo se ha perdido  y no puede ser sustituido sino encontrado, esto no lo puede brindar una adicción por moderna que sea, esto no puede ser suplido por un aparato celular que se transfigura  en cada vez más modernos y sofisticados modelos en el mercado.

Sólo un reencuentro consigo mismo, con la persona del Creador y con los semejantes podrá hacer que el Ser Humano llene su natural vacío que desea compensar con su novedoso móvil del momento.