Piña," género, ananas , especie comosus" su nombre científico.
Los colonizadores la encontraron en Brasil .Su código biológico la identifica con "fruta excelente", siendo una de sus barras de significado, "ananas" proveniente de la lengua guaraní.
"Se le puso agria la piña" es una expresión codificada para indicar que las cosas andan mal, que el código está funcionando en su fase destructiva que hay cambios en el "acetato de tilo", que es la barra codificadora del aroma, en otras palabras, algo en la economía o en mi vida huele mal, la muerte podría ser el resultado.
No obstante, todo proceso natural o social pasa por la alquímica estructura de la fermentación, de la transformación de los elementos básicos hacia un determinado alcohol, como pasa con el vino o vinagre de piña.
Procesos de fermentación psicosocial como la adolescencia de nuestros hijos, las crisis de las instituciones, la corrupción son fenómenos que deben ser manejados, intervenidos, monitoreados por la paternidad del "oikos" y los liderazgos de la "polis", convirtiendo en vinagre útil lo que pueda rescatarse y en mejores variedades lo que pueda crearse , como hacen los cosecheros de la anana comusus modificando el código para obtener resultados plausibles y viables.
La enseñanza de la Biblia, fue el código moral que dio a luz una sociedad muy próspera y puritana, de los Estados Unidos de América, vista desde el prisma de una historiografía teologizada.
Un código da el formato a una determinada cosmovisión fraguada en el proceso de fermentación y cualifica la calidad del “vino” resultante.
La visión de fe, como código presente por ejemplo en el José bíblico de Egipto, otra historia teológica,
( porque no hay historia sin teología "religiosa" o "secular"), operó en la visión anticipada desde la transformación de las vacas gordas en flacas, de las espigas enormes en raquíticas, hasta la estrategia del ahorro racional como vehículo de solución administrativa de la civilización egipcia en crisis operando como alternativa sotereológica en el binomio vida o muerte.
Un cristianismo visionario al igual que José debe abrirse al sueño, al diagnóstico y la propuesta de un código espiritual y ético que motive a esta sociedad confusa a buscar una conversión del corazón, como la propuesta de Jesús a Nicodemo y de la producción para una futura sociedad lo más parecida posible al ideal del código "formateante" el de la prosperidad integral y la felicidad de todos los hijos de Dios.
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