La vida es más temporal que histórica.
Lo histórico queda registrado en algún documento, piedra, disco duro, pero dónde queda el abrazo de dos que se quieren , dónde la carcajada que no fue grabada, las conversaciones no escritas del Señor con sus discípulos y con su padre antes de ir a acostarse cuando sólo era un jovencito de catorce años.
Dónde queda todo eso, más grande que los ordenadores del posmodernismo.
El paseo a la playa, dónde quedó, aquel momento de oración , en fin, tantas cosas, que no son registradas en la historia pero que sí son temporales, quedaron parcialmente escondidos tras del color menos armonioso con lo sucedido y que posteriormente algún analista tratará de investigar.
A dónde llegar con esta reflexión, sino a que la historia no es el vehículo exclusivo para la espiritualidad de la vivencia, que no está registrada en la historia , pero sí en el tiempo.
Registrados están tus datos generales en el acta histórica de nacimiento, pero no el nuevo nacer del agua y del espíritu.
En ese instante temporal, sin importancia histórica para nadie, cuando quizá estemos llenos de incertidumbre o de alegría ,nos visitarán los ángeles y nos dirán como a José, no temas porque lo que nacerá de uds. es el hijo de Dios.
Y hasta aparecerá quien ponga este evento por escrito y lo convertirá en historia de inspiración sobrenatural.
Vive tu vida no para la historia sino para el tiempo abierto a lo sobrenatural.
La historia otro la escribirá.
nuestra historia esta escrita en nuestros corazones y en nuestros recuerdos, salen a la luz cuando llega la vejez y no somos capaces de recordar las cosas que ocurren en el momento, pero si esos recuerdos que quedaron gravados y nos dieron razón para continuar.
ResponderEliminarZoila
El gran honor es que quedemos ya sea como tinta o como papel en los momentos que su mano se estiro y estuvimos a su alcance para que su gloria quedara en manifiesto.
ResponderEliminarJorge