miércoles, 7 de enero de 2015

LA VACA QUE SE SENTIA SOLA


La soledad enfermiza es un problema para ser tratado en los consultorios psiquiátrico y psicológico. Generalmente son personas que no están solas, pero tienen una condición de soledad que no lo soluciona ni el médico chino. Y cuando el médico chino no lo hace, hay poca esperanza. Las pastillitas tres veces al día y la hablada con el terapeuta ayudarán a esta persona durante el resto de su vida. Es una condición, no una situación.
Pero la mayoría, no tiene esta condición pero sí experimenta esa situación, fruto de las circunstancias de la edad. Los ancianos se sienten solos. Pero también los exitosos. Los que no tienen tiempo debido a que los afanes los ha dejado diezmados de las atenciones que nos hacen felices. Los pobres no se sienten tan solos, siempre están con el montón de gente encima, quizá porque tienen un solo televisor y todos lo miran uno encima de otro en la gran cama de mamá y papá. No hay espacio para sentirse solos cuando se está tan apiñados. La gente los vehículos públicos en el Caribe, no se sienten solos, van uno encima de otro escuchando a alguno contar todos sus problemas y todos opinando. No me refiero a los taxis contratados para ir en silencio. Sino a un fenómeno llamado “el concho” o carro de todo el mundo, que transporta a gente que ha perdido el asco de rosarse uno con otro y sentirse cerca. Todos contentos, acalorados por fuera, con mucho calor humano por dentro. Algunos se sienten mal, pero generalmente es un clase media empobrecido que no soporta tener encima de él a una negra grasosa y sonriente que encanta con sus historias de lo que pasó ayer en su barrio. Ahí no hay soledad de situación.
La clase media, obligada al transporte público, la familia que viene en su jepp que tiene un atraso de tres cuotas en el banco, pensando todos en cuándo será el próximo resort o en cuál lugar comer usando cuál tarjeta de crédito o débito, unas llenas y otras rellenas.
Los ricos muy ricos esos son solos muy solos. Sueñan con tener a su lado alguien que realmente ignore su dinero. Pero, quién podría ignorarlo. Si es más rico que él, no ignora los peligros que esa relación conlleva. Si es es menos rico, la emoción siempre estará mediatizada por la expectativa de avanzar más con base en la relación. Quién no se sentirá solo así. Quizá los enamorados durante la borrachera de este fenómeno tan engañoso y que ha llevado a tantos al fracaso o al matrimonio.
Y la vaca. Se sentía sola, había pedido al creador de las vacas que le permitiera ser humana por lo menos un día, pero no cualquier humano, debía no ser pobre, ya que no deseaba carecer de nada si es que iba a ser humana por un día. Pasó el día entero y la vaca rica o medio rica, no se sentía bien. Experimentaba algo nuevo, nunca visto por ella. Se sentía humana. Por un momento sintió que eso era muy interesante, pero al final del día experimentó una profunda soledad. Se dijo, si soy vaca, no sentiría eso. Si soy humana, tengo que hacer cosas a ver si puedo sentirme como se siente una vaca feliz. Veo a los hombres que quieren sentirse bien, sin desear cosas, viendo el presente, comiendo en paz, sin saber qué pasará mañana. Es decir viviendo como una vaca contenta de serlo. Pero estos, dijo la vaca humanizada, se siente fuera de sí, muy solos, cada uno tratando de encontrar algo que los entretenga, comen y comen pero no saben rumiar, sus estómagos explotan, sus vidas se aburren. Oh creador de las vacas, perdón por querer ser humano. Prefiero ser animal. No quiero volver a sentir eso que ellos sufren, esa terrible soledad.
Así más o menos terminaba la historia. La vaca volvió a ser vaca. Quizá al hombre, en el buen sentido de la expresión, le convenga ser un poco animal. Comer cuando hay que comer, dormir cuando así se requiera. Y como es hombre y no esta solo, vivir lo más pegado a su grupo, si quiere sentirse en paz.
La soledad es la condición del que no ha experimentado la dicha de vivir pegado, conectado, comunicado consigo mismo y los demás.
A veces es bueno un poco de soledad. Pero claro, para regresar al hogar, al dulce hogar.
No somos felices solos. No es bueno qu el hombre esté solo.
En familia todo es mejor

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