miércoles, 17 de octubre de 2012

No pare de sufrir



El sufrimiento bien entendido es parte de los procesos de maduración.
Las personas que no han pasado por crisis y sufrimientos tienden a ser más superficiales e indolentes que aquellas que conocen esos azotes de las circunstancias adversas. Mucho sufrimiento hace que un ser humano pueda hasta volverse loco, que es una forma radical de protección que tiene el organismo humano, pero por lo general el mejor resultado del dolor o sufrimiento es un ser humano más rico  en sensibilidad, en amor y compasión.
Jesús sufrió profundamente. El Siervo de Jehová en  Isaías es un fiel retrato de esta situación transitada por el mesías de Israel y salvador del mundo.
El budismo habla del no sufrimiento, otras doctrinas de la superación del mismo, pero el cristianismo bíblico,  identifica el sufrimiento como un camino que conduce a algo bueno, excepto el castigo final de sufrimiento eterno de la impiedad para satanás y los ejércitos que lo siguen.
Así que la fórmula de “pare de sufrir”  es un fraude  de la brujería religiosa  moderna para sacarle el dinero a la pobre gente.
Superar las condiciones miserables de vida, mejor salud, educación, justicia, son objetivos por los que un cristiano debe trabajar, pero sabiendo que conlleva sufrimiento aún la lucha por obtenerlos,  y que aún si se lograra  una sociedad más equitativa, no por eso desaparecerá el sufrimiento, porque es un maestro que siempre regresa para aportar nuevas lecciones o para informarnos que hay algo malo que resolver. Dolor y sufrimiento son necesarios; para saber por ejemplo  que una muela está dañada y que debe repararse o  para valorar las cosas lindas de la vida, especialmente las pequeñas. Para ello,  es necesario madurar al calor del sufrimiento en el  crisol purificador de las pruebas y las noches oscuras de la fe, como le llamaron los místicos del pasado.
Así que NO PARE DE SUFRIR.

No hay comentarios:

Publicar un comentario