Las personas que no saben decir que no, generalmente tienen problemas con la necesidad de ser aprobadas y a todo le dicen que sí, por no ofender, por temor o simplemente porque tienen inhibida esa capacidad debido a la educación represora que recibieron en que a todo había que decirle que sí.
Que tu decir sea sí, o no, enseña el maestro de Galilea, con eso es suficiente sin tener que llegar a jurar o perjurar.
Las personas que a todo le dicen que no, son la otra cara de la moneda, tienen problemas con asumir riesgos, desafíos y responsabilidades.
En ambas situaciones hay un problema con la estima propia que hay que resolver.
Aprender es la clave. Re-educación en muchos casos, de lo contrario, muchas serán las situaciones conflictivas que se producirán sino se sabe decir a tiempo un no puedo, o no lo deseo, o simplemente no.
Aprende a decirle no, a lo que te traerá consecuencias dolorosas.
Dile sí a lo que te traerá paz, desarrollo, felicidad, evolución no involución, dile sí a la vida y no a la muerte, si a Dios y no al pecado.
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