jueves, 16 de mayo de 2013

La riqueza y la pobreza voluntaria traen libertad práctica.

La riqueza y la pobreza voluntaria traen libertad práctica.

Un pueblo o una persona desgraciadamente pobre se ve expuesta a toda clase de tragedias, abusos, injurias y frustraciones innimaginables.

Un pueblo o persona rico, sin valores por lo cuales actualizar su existencia más que el hedonismo y la locura, como los hijos de papi y mami que corren en sus automóviles a toda velocidad buscando en la adrenalina o en la droga un estímulo, o los magnates y haraganes de las viejas monarquías que se pasan el día peinando un perro cansado de mimos y de proteínas, deseando éste, si lo dejaran pensar, me refiero al perro, morirse para ir a un cielo más interesante que tener todo resuelto con su amo... Un pueblo así, queremos decir, o una persona de tal situación, no es menos desgraciado que el pobre Lázaro tirado, llagado y con perros más inteligentes que los de la monarquía, que le sirven a este infeliz por lo menos para aliviar el dolor, a este pobre sin futuro, que nos presenta una parábola del evangelio, llamada así por la tradición , Lázaro y el Rico Epulón.

Así que entendemos que la pobreza es maldición y la riqueza podría ser todavía mayor desgracia porque teniendo todo, no se obtiene nada de lo que llene la mente de alegría profunda. El rico de la historia, terminó en la parte fea del más allá.

La riqueza voluntaria es otra cosa diferente lo mismo que la pobreza abrazada por voluntad y libre opción. Cuando alguien, teniendo la posibilidad de ser rico, solvente, o posibilitario, opta por ser un pobre y vivir entre los pobres por una vocación filosófica o religiosa, abraza un gran sentido de libertad.

Igualmente, cuando un pueblo o un individuo avanzan abrazando positivamente  la prosperidad, renunciando a la fatalidad de la pobreza, a la infamia de la miseria, se lanzan a objetivos y metas de hacer más posible una vida satisfactoria y no ingrata, hacia tener mejor salud, educación, calidad de diversión inteligente, posibilidades de ingresar al conocimiento de nuevos idiomas, ciencias y artes. A la posibilidad en fin, de una espiritualidad viva, creativa y no evasiva o adictiva.

Hacer riqueza es bueno, decían los judíos de la Tenaj porque rica es la tierra y su plenitud y es una bendición de Jehová. La pobreza en sí es una sola, la del pobre miserable y la del rico fatalmente rico, heredero de una genética social por llamarla de esa forma, que no puede cambiar y que lo agobiará el resto de su vida.

La solución para un rico nacido en la desgracia del confort sin valores, es hacerse pobre quizá como Francisco de Asís, o levantar sus ojos hacia nuevos derroteros de sentido humano y entender que la vida pertenece a todos y llevar sus bueyes a trabajar para el bien común y la redención de su capital heredado.

La solución para un pobre desarrapado nacido en la desgracia del subdesarrollo ,sin valores materializables , aún para el grupo que los socialistas llamaban el "lumperío" es la de hacerse rico en coraje, levantar sus ojos hacia nuevos horizontes de sentido humano, superarse y entender que la vida y los derechos son para todos. Empoderarse, lo llaman los nuevos magos del lenguaje.

Comer hasta reventar nunca ha sido un buen camino para el rico de cuna, sus historias familiares están llenas de lágrimas, suicidos y sinsentido de la vida.

Tirar piedras y la violencia no constituye el camino para la liberación de la pobreza, la miseria o la ignorancia, la historia está llena de tragedias, muertes innecesarias y atrasos, represiones derechistas y manipulaciones de improvisadores de la revolución de la nada.

El camino está en la educación, esa es la gran revolución cultural para un pueblo, que como resultado quiera, menor pobreza para los pobres, menor riqueza en manos de unos pocos ricos infelices.


 La solución está en la aplicación de esa educación a la producción de gente cada vez más educada, a la utilización de los nuevos caminos de las redes invisibles para hacer posibible el empoderamiento visible en las luchas humanas efectivas.

El camino de la felicidad completa al final de cuentas estará por encima de la pobreza y de la riqueza, pero no se llegará hacia él, sin la fe, la esperanza, el amor, y la humildad, el realismo de los cambios en la economía, la superación del sufrimento de pobres y ricos visto como humanos y no como lucha de clases y el abrazo de todos, incluyendo a la creación entera, en una celebración, como diría un "tico", pronunciando su letanía cotidiana, de ser "pura vida".

No hay comentarios:

Publicar un comentario